En la línea sublime de Cuchufletas (I) (ver más abajo), está la que acabo de recordar. Dice así:
Trabajando en una mina de escabeche
una piedra muy grandota se cayó
de veinticinco que estaban trabajando
solo quedamos veintitrés mi padre y yo.
En esta mano tenemos cinco dedos
y en la otra llevamos tres y dos
la barriga la tenemos por delante
y la espalda la tenemos como tos.
(Alta literatura, como puede verse, pero inédita en Internet según parece, lo cual no es poco).
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