martes, enero 23

Desde mi escritorio (III)

Que los alumnos novatos de autoescuela no puedan salir en horas punta. O al menos que eviten las rutas más transitadas.

Pasará como con todo: hasta que no haya una desgracia y alguien se coma las uñas no se hará nada.

lunes, enero 22

Desde mi escritorio (II)

A los señores fabricantes de sillas: su complot con los cirujanos de la columna vertebral ha sido descubierto. Por si fuera poca su desgracia, el gremio de constructores de aparatos de tortura sigue en la clandestinidad.

lunes, enero 8

Desde mi escritorio (I)

A la manera de Mafalda desde su sillita voy a lanzar al mundo, subido en mi escritorio, mensajes para que tampoco sean escuchados.

Quiero empezar por uno de la mayor importancia para la felicidad, dirigido a los fabricantes de saleros:

Señores fabricantes de saleros: el propósito de un salero es que al volcarlo la sal salga por los agujeritos (y, si no es mucho pedir, no toda a la vez junto con el tapón).

Creo que está todo dicho.

Esencias de Sólo ante el peligro

¿Quien mató al comendador?
¡Villaconejos señor!

Parece que por una vez las turbas linchadoras se pueden mirar con buenos ojos.